El cloro es uno de los productos más utilizados y eficaces para el tratamiento y desinfección del agua en piscinas y spas. Su principal función es eliminar bacterias, virus, hongos y microorganismos que pueden desarrollarse en el agua, garantizando así un baño seguro, saludable y libre de impurezas.

Cuando el cloro se disuelve en el agua, se transforma en ácido hipocloroso (HOCl), un potente desinfectante que destruye los agentes contaminantes mediante un proceso de oxidación. De esta forma, el cloro actúa tanto en la prevención como en la eliminación de microorganismos dañinos.

Niveles recomendados de cloro:



• Piscinas: entre 1,0 y 1,5 mg/l
• Spas o jacuzzis: entre 2,0 y 3,0 mg/l (debido a la temperatura más elevada del agua)